Tu pareja ¿Siente miedo al compromiso o a la vida familiar?
Pues esta sensación tiene un nombre y se llama gamofobia. Sí, así se llama al miedo continuo, persistente, y desproporcionado ante el compromiso de pareja y familiar.
Las personas que sienten esta reacción ante el compromiso pretenden evitar cualquier situación que les pueda dar como resultado un vínculo de relación estable o de una clásica alianza matrimonial.
De acuerdo a recientes investigaciones, la gamofobia puede estar asociada a factores tales como: el modelo de apego aprendido en nuestra infancia de nuestras figuras de cuidado, la susceptibilidad biológica, el propio carácter individualista o egoísta.
¿Quieres que te hable un poco más sobre este término?
Voy a destacar algunos aspectos o características propias de la gamofobia:
- Distorsión del concepto sobre el vínculo de pareja y en especial el vínculo matrimonial: Sentimientos de pérdida de libertad, de independencia. Sienten que este vínculo les va a repercutir negativamente en su estilo de vida actual.
- Tienden a evadir situaciones relacionadas con la fuente de su miedo: Si se sienten presionados, pueden experimentar ciertas reacciones fisiológicas, cognitivas, y emocionales.
- Experiencias previas con relaciones que han podido causar cierto rechazo al compromiso: Han podido ser dañadas o engañadas anteriormente por sus anteriores parejas e intentan evitar situaciones similares.
Y ¿esto tiene tratamiento?
Si, es algo que en terapia se puede trabajar. Esta terapia consistiría en observar y analizar las situaciones pasadas y presentes que puedan estar llevando a la persona a esta vivencia. Pudiendo trabajar aspectos como la ansiedad, pensamientos recurrentes que puedan ir surgiendo.
¿Que hago si mi pareja siente gamofobia?
Si tu caso es que tu pareja siente esta sensación lo más adecuado es que habléis sobre ello, de los miedos que os genera a ambos la situación de compromiso. Os ayudará también acordar aspectos relacionados con la relación.
Y si aun así, no conseguís llegar a un acuerdo, mi recomendación es acudir a terapia, donde podréis crear un espacio de diálogo y de toma de decisiones mucho más enriquecedor.
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