Miedos de nuestros hijos ante nuestro divorcio

Una de las mayores preocupaciones de los padres y madres que se encuentran en proceso de divorcio es saber cuales son los miedos de nuestros hijos ante nuestro divorcio y cómo les va a repercutir esta ruptura… Y lo cierto que es importante tener claro que queramos o no, es verdad que el divorcio les va a afectar siempre, pero que lo haga de una mejor o peor forma sí que es algo que nosotros como padres y madres podemos gestionar o cuidar y en lo que debemos centrar toda nuestra atención. 

No tendría sentido pensar que a nuestro hijo no le va afectar o que no le va importar que sus padres se separen y vivan en casas diferentes o que incluso tengan otros hijos con otras nuevas parejas, pero esto tampoco puede limitarnos en la decisión que sabemos que debemos tomar y que, de hecho, somos conscientes de que es lo mejor para toda la familia. 

– El miedo es una emoción natural.

Es importante saber que no podemos evitarles todas las situaciones inciertas o dolorosas a nuestros hijos. Claro que sufrirán por este cambio en sus vidas y por la ruptura de la pareja de sus padres, pero nuestra labor como padres y madres consiste en darles las herramientas o habilidades necesarias para que puedan afrontar esta situación de una manera sana. 

Es decir, no podemos esconderles en una jaula para que no vean que su abuelo ha fallecido o que su mascota está malita por mucho que nos duela y que sepamos que a ellos también les dolerá, pero sí que podemos acompañarlos y brindarles las herramientas que necesitan para gestionar sus emociones. 

Por eso es necesario que sepamos que a los chicos les pasan cosas, pero eso no significa que se vayan a traumatizar. Lo más humano es poder ofrecerles vivencias a nuestros peques y que nosotros podamos acompañarlos y darles las herramientas para que puedan afrontarlo de una manera sana. 

En este sentido, los miedos que describimos a continuación son miedos que seguro que si son la primera vez que los ves, piensas: ¡Imposible, mi hijo sabe que lo quiero! Y claro, seguro que es así, pero los pequeños no tienen el mismo razonamiento que nosotros sus padres o los adultos y muchas veces pueden razonar las situaciones de manera diferente a como lo haríamos nosotros. Por eso, es importante ponernos en su lugar y entender que por su cabeza pueden estar pasando cosas diferentes. 

Los miedos de los niños ante el divorcio de sus padres

  • Miedo a que los “dejemos de querer”. Este miedo tiene relación con la creencia de que al dejar de querernos como pareja, piensen que también vamos a dejar de quererlos como hijos. Por eso, es importante aclararles que esto no es así, que hay distintos tipos de amor. Por un lado, está el amor a la pareja, que es más un enamoramiento y, por otro lado, está el amor de padres, que es diferente al amor que los papás tenemos entre nosotros. Al igual que el amor a las mascotas, el amor hacia un hijo no se termina.
Miedos de nuestros hijos ante nuestro divorcio Foto Anthony Tran for Unsplash
  • Miedo a que “dejemos de ser sus padres”. Nuestros pequeños pueden creer que si hemos dejado de ser pareja, también podamos dejar se ser sus padres y que los dejemos a ellos también. La idea es transmitirles que siempre pase lo que pase vamos a seguir siendo sus padres y que eso jamás va a cambiarlo nadie. Tienen que saber que los papás sí se pueden separar, pero nunca se separarán de sus hijos. 

 

  • Miedo a perder el contacto con alguno de los dos: Es muy frecuente que los niños ante el divorcio de sus padres sientan miedo a que al igual que nosotros hemos dejado de tener contacto fluido con nuestra ex-pareja, también suceda con ellos. En este sentido, nuestro mensaje tiene que ser que, aunque nos separemos, seguimos siendo su padre y su madre, que sigue teniendo los mismos abuelos, tíos… Es decir, que sigue teniendo una familia y que siempre la tendrá. 

– Tenemos que hablar con nuestros hijos de nuestro divorcio.

  • Miedo a que su familia se haya roto y sentir que ya no tienen una “familia”. Muchas veces se nos pone la carne de gallina con las preguntas que nos hacen los peques, pero eso no es malo. Es necesario explicarles que su familia ha cambiado y que ahora las cosas van a ser diferentes, pero eso no significa que esté rota o que no valga. Ellos necesitan saber que juntos no éramos una familia feliz y que ahora separados podemos ser felices todos y, por supuesto, que independientemente de lo que haya sucedido con la pareja seguimos siendo su familia, juntos o separados. 
  • Miedo a que él sea el responsable de nuestra separación. En muchas ocasiones, los niños piensan que si se hubieran portado mejor esto no habría sucedido o que si discutimos por él es su culpa. Aquí lo que tenemos que transmitirles es que una separación o divorcio es una decisión de adultos y que como sus padres somos adultos hemos optado por este camino, pero que él no ha tenido nada que ver.  
Miedos de nuestros hijos ante nuestro divorcio Foto Steven Libralon for Unsplash

Ellos necesitan entender que de ninguna manera esto es culpa suya y que no han hecho nada malo para provocarlo. Esta idea nace porque a veces los chicos se sienten culpables, ya que nos han visto discutir con cosas que tienen que ver con ellos y por eso creen que son los responsables. Solo se trata de explicarle que no es culpa de nadie, que las parejas de mayores se separan por muchas razones y que los niños nunca tienen la culpa, sino que la separación la hacemos pensando en que es lo mejor para todos.

– No podemos evitar el sufirimiento a nuestros hijos, pero si enseñarles a enfrentarse y a superarlo.

  • Miedo a que siempre se sienta mal o triste o que todo le resulte complicado como ahora. Seguramente tras comenzar el proceso de separación, nuestro hijo al igual que nosotros sentirá muchas emociones que pueden llegar a confundirlo. Muchas veces sienten cosas que no saben reconocer ni gestionar. Pueden pensar que esa sensación de tristeza o enfado que tienen ahora les va a durar para siempre. En este sentido, se trata de explicarles que es normal e incluso bueno que sienta emociones como la tristeza o el enfado y que no tiene que preocuparse porque con el tiempo esas sensaciones van a desaparecer. Además, tienen que saber que nosotros por nuestra parte vamos a intentar hacer los cambios y tomaremos las decisiones, bien a la primera, pero que necesitamos un poco de paciencia. Quizás en alguna cosa cambiaremos de opinión, pero que intentaremos siempre elegir lo mejor y así con el tiempo todo volverá a estar más tranquilo. Esto es un cambio para todos. 

  • En último lugar hablaremos sobre un deseo de los pequeños más que un miedo. El deseo de que vamos a volver a estar todos juntos. Muchas veces son ellos los que piden encuentros familiares y se muestran muy agradecidos y contentos en estos porque todo parece volver a la normalidad, pero a veces esta petición tiene otra cara. En realidad, su deseo es que con los encuentros consigan que “nos volvamos a enamorar”. Quizás nos vean hablando juntos, haciendo las cosas que hacíamos antes, quizás sientan que discutimos menos y se hagan ilusiones pensando en que volveremos a estar juntos. ¿Quién no ha visto Tú a Boston y yo a California? En esta película, las dos pequeñas se las ingeniaban para reunir a sus padres y esto es más frecuente de lo que te imaginas.

Algunas preguntas:

Ahora que ya has leído este artículo… ¿Crees que serías capaz de detectar estos miedos o actitudes en tus hijos? ¿Quieres que hablemos de la manera en que podemos detectar que nuestro hijo esté sufriendo? ¿Sabrías como hablar del divorcio a tus hijos? 

Fátima Gallardo

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