Por eso es necesario que sepamos que a los chicos les pasan cosas, pero eso no significa que se vayan a traumatizar. Lo más humano es poder ofrecerles vivencias a nuestros peques y que nosotros podamos acompañarlos y darles las herramientas para que puedan afrontarlo de una manera sana.
En este sentido, los miedos que describimos a continuación son miedos que seguro que si son la primera vez que los ves, piensas: ¡Imposible, mi hijo sabe que lo quiero! Y claro, seguro que es así, pero los pequeños no tienen el mismo razonamiento que nosotros sus padres o los adultos y muchas veces pueden razonar las situaciones de manera diferente a como lo haríamos nosotros. Por eso, es importante ponernos en su lugar y entender que por su cabeza pueden estar pasando cosas diferentes.