Sobrevivir a las discusiones en verano.
«¡José, ¿le has puesto crema a los niños?!» grita María de malos modos mientras ve a Lucas y Sofía corriendo hacia el agua. Así, a gritos comienzan las vacaciones de esta pareja con dos hijos pequeños, que como cada año se escapa a la playa para desconectar.
Todo parecía perfecto hasta que se montan en el coche y empiezan los gritos y las peleas, Jose y María ponen su mejor voluntad siempre, pero pronto las discusiones empiezan a surgir. ¿Por qué sucede esto?
Los enfados y las discusiones de pareja en verano siempre son por lo mismo.
María se ocupa de los niños, que parecen un batallón incontrolable, y le pide ayuda a José.
Pero él siempre parece tener otras cosas que hacer o dice que hará lo que ella le pide, pero más tarde, no en el momento.
Esta falta de sincronización y apoyo inmediato les molesta y acaban saltando. Este verano como cada año, que debería ser un tiempo para disfrutar y relajarse, se convierte en un campo de batalla, son gritos y enfados a cada rato y cada vez tienen más ganas de volver a casa.
Las vacaciones son ese momento tan deseado donde dejamos de lado la rutina y pasamos más tiempo juntos. Llevamos todo el año pensando en estas vacaciones. Y aunque suena genial, ponemos nuestra mejor intención pensando en que en vacaciones no vamos a discutir, no suele ser así, las discusiones continúan como en casa y además se agravan.
¿Cómo hacer para que estas discusiones se reduzcan?
- Momentos para comunicarse: Dedica tiempo a hablar con tu pareja sobre tus expectativas y preocupaciones. Busca un momento especial cada 2 o 3 días, pero que sea un momento solo para hablar. Escucha también lo que tu pareja tiene que decir.
- Favorecer un tiempo para cada uno: Asegúrate de tener momentos individuales durante las vacaciones. Un paseo solo por la playa o una tarde de lectura pueden ayudar a reducir la tensión. Asegura o motiva a tu pareja para que también tenga su tiempo personal.
- Piensa en ser más flexible: No todo tiene que salir perfecto y es importante adaptarse a los cambios. Si los planes no salen como esperabas, trata de ver el lado positivo y aprovecha para disfrutar del momento.
- Sentaros a negociar: Bueno, negociar, poner límites o ceder. Es fundamental buscar ese momento en el que ambos sintaxis que podéis hablar del tema. Trata de resolver las cosas de manera calmada y constructiva.
Por eso, es importante saber que las vacaciones no solo son un tiempo para relajarse, sino también una oportunidad para conocerse mejor como pareja. Y sobre todo para mejorar la relación.
Es un momento para encontrar soluciones a lo que no hemos estado atendiendo durante el invierno. Si durante las vacaciones vives situaciones como las que te he contado, no los ignores, enfrentaros a ellos con una mirada de oportunidad para fortalecer la relación.
Así que si notas que las vacaciones siguen siendo una tortura y seguís sin saber cómo resolverlo, no esperéis a que se “pase solo”. Busca ayuda profesional, habla abiertamente con tu pareja sobre esta propuesta. lo”. Buscar ayuda profesional, habla abiertamente con tu pareja sobre esta propuesta.
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