Todo el mundo quiere tener una buena relación de pareja, ¿cierto? Y a la vez todos sabemos que para que esto exista es necesario que además de que haya comunicación, respeto y comprensión, también es fundamental mantener el deseo entre ambos.
Pero la realidad es que con todas las tareas de cada día como el cuidado de los niños, la casa y el día a día en el trabajo hace que estés agotada y sientas que no llegas a todo. Sí, a muchas nos pasa que la rutina y el estrés nos mata y entonces empezamos a priorizar y sin querer dejamos de cuidar nuestra relación de pareja.
Parece que nunca tienes tiempo y cuando lo tienes estás tan cansada que no te apetece más que descansar. Así es como piensas que mejor otro día, que más adelante, que cuando los niños sean un poco más mayores o cuando no estén en casa…
Y claro, el tiempo pasa y la situación no cambia. El momento ideal para tener espacio que tu pareja necesita nunca llega,
Entonces hay un día en el que te detienes a pensar en que quieres cambiar las cosas. Te das cuenta de que te gustaría volver a tener esa complicidad con tu pareja, volver a deslumbrarlo y por qué no recuperar alguna que otra noche de fuego… Pero claro, tu duda es: ¿Cómo lo hago?