Decálogo del buen divorcio II.

Continuación del «Decálogo del Buen divorcio I» :

6ª. Los hijos no son propiedad exclusiva del padre o de la madre.

Aunque se haya conferido la guarda y custodia de los menores a uno solo de los progenitores tras el divorcio,ambos continúan siendo imprescindibles para el crecimiento y maduración de los hijos.

Las actitudes de “posesión” sobre los hijos que excluyen al otro progenitor, perjudican gravemente a los menores. Han de evitarse también actitudes que impliquen despreciar, minusvalorar o desautorizar al otro progenitor.

7ª. El divorcio no pone fin a las obligaciones compartidas con respecto a los hijos/as.

Tras el divorcio, el padre y la madre, deben seguir manteniendo un diálogo lo más fluido posible sobre todas las cuestiones que afecten a los hijos.

Decálogos para un buen divorcio II

Foto de Brittany Simuangco en Unsplash

El cuidado diario de los menores requiere una organización y distribución de tiempo. Y aunque el ejercicio de la guarda y custodia lo lleve a cabo principalmente uno de los progenitores, ambos continúan siendo responsables al compartir la patria potestad.

Ello significa, que como progenitores tienen la obligación de consultarse y comunicarse las decisiones importantes en relación a la educación, desarrollo físico, intelectual, afectivo-emocional de sus hijos. Deben evitarse las discrepancias y contradicciones educativas para evitar chantajes emocionales, alianzas y manipulaciones de los hijos.

8ª. Lo importante es la calidad de la relación con los hijos.

La relación de los hijos con el progenitor con el que no conviven, debe ser periódica, constante y gratificante. Es un derecho de su hijo. La obstaculización, interrupción e inconstancia en el régimen de relaciones, repercute negativamente en la estabilidad emocional de los hijos. Esto en el futuro puede traerles consecuencias a nivel psicológico. 

9ª. No utilizar a los hijos.                              – En el divorcio, los hijos no son propiedad exclusiva del padre o de la madre.

Aunque la relación de los adultos o su ruptura, haya sido extremadamente dificultosa a nivel emocional, se debe dar prioridad a las necesidades de los hijos.

No utilice a sus hijos en el conflicto, ni canalice a través de los menores, las tensiones que la ruptura le genere a usted.

10ª. Facilitar la adaptación del menor a las nuevas parejas.

Es frecuente que tras la ruptura uno o ambos progenitores, rehagan su vida sentimental con otra persona. La introducción de esa tercera persona en la vida de los hijos ha de hacerse con tacto. Intentando que sea de forma progresiva cuando la relación esté suficientemente consolidada. Debe dejarse bien claro al niño que ello no supone renunciar a su padre y/o madre.

Ver Iª Parte…                                                                                    Referencia del artículo.

 (Artículo de 2014 actualizado)

Fátima Gallardo

No hay respuestas para “Decálogo del buen divorcio II.

  • Rosario
    11 años atrás

    Leo su blog y veo qsu principal objetivo es ayudar a los niños q se ven implicados en una separacion. Me alegro por su forma de ver la vida

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